A favor, o ¿en contra?
Hablar de aborto es uno de los temas más complicados que se pueden tener dentro de las agendas feministas. Este tema sugiere confrontaciones de orden moral, religioso, político, de salud pública, de justicia social, de educación sexual, de políticas públicas, y un sinfín de cuestionamientos con los que diariamente se trabaja en las calles y en las colectividades.
Muchas personas consideran que los movimientos feministas promueven el aborto, o están a favor de la práctica, pero resulta que esta posición tiene una profundidad que el común de la sociedad no alcanza a imaginar. Los movimientos de mujeres promueven a la despenalización y por lo tanto a la legalidad del aborto para evitar que miles de mujeres mueran por prácticas clandestinas y muchas veces inseguras a la hora de interrumpir sus embarazos. La realidad del aborto tiene otros matices entre los que pueden estar la pobreza, la falta de educación, el escaso acceso a métodos anticonceptivos, los proyectos de vida de cada mujer, la inviabilidad de la vida tanto de la mujer como del feto, y seguro que cada mujer tiene su razón propia para decidir interrumpir su embarazo, razón en la que no se puede interponer nadie más.
Los movimientos que promueven la legalidad del aborto estamos a favor de la vida de las mujeres, por eso buscamos la legalidad junto con procesos de educación sexual integral, políticas públicas que garanticen el acceso a métodos anticonceptivos a las mujeres de todas las clases sociales y económicas, sin discriminación de ninguna índole y garantizando la vida de las mujeres.